El Banco de España estima, en un análisis de los posibles escenarios macroeconómicos tras las medidas de confinamiento adoptadas para frenar el Covid 19, que el retroceso del PIB español en 2020 oscilaría entre el 6,6% y
el 13,6 %, respecto a las previsiones realizadas aprincipios de año, es decir una pérdida de entre 80.000 y 160.000 millones de euros. Que el impacto en la economía sea mayor o menor estará en función del grado de persistencia de la perturbación más allá del final
del estado de confinamiento y del riesgo de posibles rebrotes de la epidemia y la necesidad de medidas adicionales de limitación de la movilidad, en particular, para los sectores de la economía
donde la interacción social desempeña un papel más importante, como la hostelería,
la restauración y el ocio, que coinciden con los más expuestos a la actividad
turística. La economía española no se recuperará totalmente el año próximo ya que el PIB esperado para 2021, según este estudio, estará aún entre un 3 y 5% por debajo del que se preveía antes de la aparición del Covid 19.
Aunque reconoce que las
consecuencias de la perturbación sobre la actividad y el empleo de este año se verán atenuadas hasta cierto punto por las medidas para proveer liquidez y rentas a corto plazo, a empresas, autónomos y familias y que cabe esperar una recuperación de la actividad en el segundo semestre de este año y a lo largo del próximo, las previsiones del Banco de España señalan que el PIB español en 2021 aún se situará entre un 3 y un 5% por debajo del que estaba previsto antes de la aparición del Covid-19.
En términos presupuestarios, según los distintos escenarios
considerados, el déficit público de 2020 podría situarse en una horquilla comprendida, entre el –7% y el –11% del PIB y la deuda pública se
situaría este año en niveles comprendidos entre el 110% y más del 120% del PIB.
El Banco de España considera que, hasta que en ausencia de una vacuna, es improbable que se pueda erradicar por completo la pandemia a corto plazo, por lo que no descarta posibles rebrotes y nuevas medidas de confinamiento, por lo que desde el punto de vista de la actividad económica, no se puede esperar que el actual período de paralización vaya seguido de
una vuelta rápida y plena a la normalidad.
El retroceso del PIB se concentrará en el primer
semestre del año e iría seguido de una recuperación en el segundo, que, en parte,
reflejará una materialización de las decisiones de consumo e inversión que los
hogares y las empresas están posponiendo durante el período de confinamiento.
No obstante, en ninguno de los casos previstos se espera que el repunte de la actividad, en el segundo semestre, sea lo
suficientemente intenso como para impedir que, al final de 2020, siga existiendo
una brecha considerable con respecto al nivel del PIB previsto antes del Covid.
En función de los distintos escenarios considerados, la tasa de paro podría alcanzar
en 2020, en media anual, niveles del 18,2 %, 20,6 % y 21,7 % de la población activa, aumentando el número de parados este año en una cifra de entre 1.000.000 y 1.700.000 desempleados más, pudiendo alcanzarse un total de cerca 5 millones de desempleados, aproximándose a la peor cifra de la crisis anterior, registrada entre finales de 2012 y mediados de 2013.
