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domingo, 3 de mayo de 2020

Más de una de cada cuadro solicitudes de préstamos con Aval ICO son rechazadas

El último barómetro de opinión publicado a finales de Abril por la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa, CEPYME, en el que se consulta a 2.014 compañías de toda España, muestra que casi la mitad de ellas ha solicitado financiación con aval del Estado. En un 27% de los casos, sin embargo, no se les ha concedido el préstamo o crédito solicitado y a un 13%  se le ha concedido por un importe inferior, mientras que a un 16% le han pedido que aporte garantías adicionales. El barómetro refleja también que, a causa del impacto económico del COVID-19, un 20% de las empresas consultadas no ha podido atender el pago de deudas con proveedores, bancos o hacienda, mientras que un 2% ha declarado el concurso de acreedores y un  3,5% ha cerrado definitivamente sus puertas, por falta de liquidez. Además, un 22% ha cesado su actividad de forma temporal y otro 29% la ha reducido. Para paliar el impacto de una posible extensión de los efectos de la crisis del coronavirus, las  empresas encuestadas proponen suspender temporalmente el pago de impuestos y de cotizaciones a la Seguridad Social, que se habiliten ayudas directas, se extiendan los efectos de los ERTES hasta que finalice el Estado de Alarma y se establezcan mecanismos para que las grandes empresas y administraciones públicas dejen de retrasar el pago de sus deudas con proveedores. Los expertos sugieren que las empresas revisen sus previsiones de tesorería a medio plazo y, de ser necesario, consideren refinanciar su deuda, extendiendo el calendario de amortización de la misma,  para poder recomponer, entre tanto, su actividad, hasta recuperar los niveles de generación de caja previos a la crisis. 

Parte de las denegaciones de las solicitudes de financiaciones con aval del Estado se han producido porque no se cumplía alguno de los requisitos establecidos y que incluyen:
  • No figurar en situación de morosidad en la consulta a los ficheros de la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE) a 31 de diciembre de 2019.
  • No estar sujetas a un procedimiento concursal a fecha de 17 de marzo de 2020, bien por haber presentado solicitud de declaración de concurso, o por darse las circunstancias a que se refiere el artículo 2.4 de la Ley 22/2003, de 9 de julio, para que el concurso sea solicitado por sus acreedores.
  • Cuando sea aplicable el Marco Temporal de Ayudas de la Unión Europea no encontrarse en situación de crisis a 31.12.2019 conforme a los criterios establecidos en el artículo 2 (18) del Reglamento de la Comisión Nº 651/2018, de 17 de junio de 2014 por el que se declaran determinadas categorías de ayudas compatibles con el mercado interior.
Aunque se cumplan los criterios anteriores, no es  improbable que los departamentos de riesgos de los bancos, denieguen  peticiones de nueva financiación por parte de empresas muy endeudadas, con malos resultados el año pasado o de aquellas que pertenecen a los sectores que se han visto más afectadas por el parón de la economía, salvo que aporten garantías suficientes, dado que el Aval del Estado cubre como máximo el 80% del principal del préstamo, por lo que el banco asume el principal restante y los intereses. 

En este contexto, un tercio de las empresas consultadas indica que para subsistir necesitan liquidez equivalente a más del 20%  de su facturación anual y otro 47%  cifra dichas necesidades en un importe de entre el 10 y el 20% de sus ingresos.

Se hace evidente que un número de empresas, particularmente las que ya mostraban problemas de liquidez y elevado endeudamiento antes de la crisis, van a tener serias dificultades para conseguir financiación para hacer frente a las nuevas necesidades de liquidez que se derivan de esta crisis y que una parte significativa de las que la pueden obtener, tendrán que considerar seriamente reestructurar el calendario de su deuda, para hacer frente al riesgo de que los bancos no le renueven  las líneas que le tienen concedidas en la actualidad cuando llegue su vencimiento, a la vista del posible deterioro de sus cuentas en 2020 y la previsión de una menor generación de caja y caída de los ingresos y beneficios, por lo menos durante los próximos 18 meses.